En el caso de las mujeres, las ciudadanas más longevas viven en Japón, con una esperanza de vida media de 86,9 años, seguido de Singapur (86,1), Andorra (85,8), España (85,6) y Australia (84,6).
En los hombres el primer puesto es para Singapur, con 81,3 años de media, seguido de Japón (80,8), Islandia (80,6), Australia (80,5) y España (80,3), que tiene la misma esperanza de vida masculina que Luxemburgo.
Vivimos más que hace una década
Además, el estudio muestra como los hombres nacidos en España en 2016 tendrán una esperanza de vida hasta 2,7 años mayor que los nacidos diez años antes, mientras que en el caso de las mujeres la esperanza de vida ha crecido 1,6 años con respecto a 2006.
El trabajo también analiza la esperanza de vida saludable, que en España se sitúa en 74 años para las mujeres y 71,2 para los hombres, superando también a muchos de sus vecinos europeos como Portugal, Italia, Francia o Alemania.
"Esto es un dato impresionante", según ha destacado el investigador Joán Soriano, del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid y uno de los autores del estudio, que, sin embargo, considera que "no hay que ser complacientes" con estos datos ya que algunas enfermedades como el alzhéimer y los dolores de espalda o cuello son cada vez un mayor impedimento para llevar una vida sana a partir de determinada edad.
Las cinco principales causas de muerte prematura en España siguen siendo la cardiopatía isquémica, el alzhéimer, el cáncer de pulmón, los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), mientras que el dolor de espalda, la migraña y la pérdida de audición son los principales responsables de que los españoles vivan con alguna discapacidad.
Baja la mortalidad infantil
A nivel mundial, en 2016 se ha logrado por primera vez que en un año fallezca menos de 5 millones de niños menores de 5 años, recordando que en 1990 murieron 11 millones.
Los investigadores atribuyen este dato histórico a las mejoras en el aumento de los niveles educativos de las madres, el aumento de los ingresos per cápita, la disminución de los niveles de fertilidad, el aumento de los programas de vacunación, la distribución masiva de mosquiteras, al agua potable y a la existencia de más programas financiados para el desarrollo de la salud.
Fuente: elmedicointeractivo.com