Hasta que seamos capaces de actuar a nivel molecular, frenando el envejecimiento de la pared y endotelio venoso, el tratamiento de las varices consiste en eliminar las venas del sistema venoso superficial que funcionan mal, para permitir que la sangre fluya por las que funcionan correctamente y mejorar de esta manera el retorno venoso de la extremidad.
Pero, ¿qué características debería tener la técnica ideal para eliminar las varices? Por supuesto, eficacia y seguridad, pero además debería permitir tratar cualquier vena varicosa, independientemente de su tamaño, y a cualquier paciente, sin limitaciones ocasionadas por edad, riesgo quirúrgico o medicación.
Debería ser poco agresiva, alterando mínimamente la homeostasis del paciente. Debería poder ser realizada en régimen ambulatorio y permitir la incorporación inmediata del paciente a su actividad habitual, sin precisar reposo y con mínimas molestias o limitaciones.
Debería permitir retratar al paciente con facilidad, ya que las varices son la manifestación de una enfermedad crónica, en la cual son frecuentes las recidivas, debidas a su progresión.
Por supuesto, la técnica debería adecuarse a las expectativas estéticas del paciente.
La técnica que cumple todos estos requisitos es la “Escleroterapia con Microespuma de Polidocanol”. Supone la introducción en el interior de las venas dañadas de una sustancia en forma de espuma que las elimina.
Existen espumas que se utilizan, con buenos resultados, en el tratamiento de varículas estéticas y varices de mediano y pequeño calibre. Pero en muchas ocasiones, bajo esas varículas hay venas subcutáneas e incluso ejes safenos incompetentes, que es preciso tratar previamente para que nuestro tratamiento sea exitoso.
En otras ocasiones, hay enfermos con patología venosa compleja evidente (grandes varices, úlceras o malformaciones), que precisa ser valorada y tratada por un especialista en angiología y cirugía vascular.
Actualmente existe una espuma patentada y en fase de próxima comercialización, que se realiza sustituyendo el aire ambiente por gases fisiológicos, como O2 y CO2, y con un especial proceso de fabricación, que obtiene microburbujas más eficaces y estables. Esto nos permite administrar volúmenes grandes, adecuados para tratar varices de grueso calibre (>de 8 mm), enfermos postrombóticos, úlceras y malformaciones venosas. Se realiza en régimen ambulatorio y cumpliendo los requisitos antes expuestos.
Esta técnica de la escleroterapia precisa un proceso de aprendizaje y experiencia en el manejo específico de esta espuma, así como la formación flebológica necesaria para el estudio diagnóstico y tratamiento de patología venosa compleja.
Dra. M. Eugenia Pillado Rodríguez. Cirujano Vascular Especialista el Flebología. Clínica Universidad de Navarra en Madrid.
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