The European Journal of Clinical Nutrition , publicó el pasado 28 de diciembre los resultados de un metanálisis realizado por Khemayanto Hidayat de la Universidad de Soochow y sus colegas, que pone de manifiesto la relación entre el consumo de Omega 3 (ácidos grasos) y la disminución de la frecuencia cardiaca.

Según el autor, la frecuencia cardíaca elevada en reposo es un factor de riesgo tanto para la mortalidad cardiovascular como por otras causas.

El análisis se llevó a cabo de la siguiente manera:

Se seleccionaron aleatoriamente 51 ensayos clínicos que incluían 3.000 hombres y mujeres.En 32 de los ensayos seleccionados, sus participantes padecían una enfermedad crónica como:

• Enfermedad arterial coronaria
• Insuficiencia renal
• Hipertensión
• Contracción ventricular prematura (tipo de arritmia cardiaca)

Los resultados fueron:

• Los pacientes que recibieron Omega 3, en comparación con aquellos que recibieron un placebo, experimentaron una reducción significativa en la frecuencia cardíaca de 2,23 latidos por minuto.Cuando los ácidos grasos EPA y DHA se administraron por separado se observó una disminución de 2,47 latidos por minuto.
• La frecuencia cardíaca de la mayoría de los participantes se encontraba dentro del rango normal y aunque una reducción de la frecuencia cardíaca, convencionalmente no es una prescripción médica, a “nivel poblacional”, puede tener implicaciones significativas para la salud pública.
• Los resultados obtenidos tienen un gran impacto en la salud pública así como implicaciones clínicas, ya que supone incorporar suplementos Omega 3 (ácidos grasos de cadena larga DHA y EPA) a nuestro estilo de vida para reducir la mortalidad por todas las causas y para reducir el riesgo de muerte súbita cardíaca, particularmente en aquellos que no consumen pescado.